Publicado en eldiariomontanes.es el 31 de julio de 2016.

La finca de la #Remonta, es una extensa zona verde de casi 300.000 m2 que en 1797 era residencia del armador y primer conde de Campogiro, Francisco Antonio del Campo, donde tenía su palacete, sus casas de labor, sus molinos de marea y más de seis mil manzanos, (Carmen González Echegaray. DM 11-11-2007) y que en el siglo XX fue adquirida por el Ministerio de la Guerra para cría caballar, y así se ha mantenido, hasta hace muy poco.

En su entorno próximo, en los últimos tiempos, se ha producido un importante crecimiento urbano, destino de la población más joven. Este se ha establecido de una manera irregular y sin elementos cohesionadores con el centro, que produzcan arraigo y continuidad de efecto ciudad. Castilla-Hermida y la zona de Cuatro Caminos, barrios también próximos, masificados, carecen de los suficientes espacios libres y dotaciones cercanos.

El centro de Santander y esas zonas sur y oeste, carecen de un espacio verde de entidad que compense la fuerte carga de edificación que presenta. El traslado de los cuarteles de la Remonta, nos ofrece una gran oportunidad para compensar ese desequilibrio, sin embargo parece que dos terceras partes de la Remonta, serán urbanizados por un plan parcial, edificándose 1.300 viviendas más, en continuos bloques intensivos de hasta 10 pisos de altura. El Ministerio de Defensa se convertirá en promotor de la urbanización.

Las ciudades son para vivir y se vive en ellas mucho mejor si aportan calidad de vida. Cada año la consultora internacional Mercer, elige las mejores ciudades del mundo evaluando una serie de parámetros y este, encabezan el listado; Viena, Zúrich, Vancouver, Auckland y Múnich. Se valora la estabilidad económica, política y social, la seguridad, el nivel cultural, la accesibilidad a la Sanidad y Educación, los servicios públicos, un eficiente sistema de conectividad, el urbanismo y la disponibilidad de viviendas dignas y asequibles. También se evalúa el ocio y la gastronomía y finalmente, Mercer, considera el respeto al medio ambiente.

Santander, no entra en esos listados internacionales pero es un lugar singular y puede ser analizada con esos mismos parámetros. Sufrimos actualmente una crisis económica que es enemiga de la prosperidad, ojalá sea pronto un mal recuerdo. La Sanidad es buena, probablemente sería envidiada por muchos aunque la crisis la socava, de la misma manera que a la Educación. El ocio y la gastronomía mejoran y la oferta cultural, siendo probablemente satisfactoria, también puede optimizarse. El urbanismo es por desgracia de fachada y deficitario. La conectividad interna y sus dotaciones generales, son manifiestamente mejorables.

La Ley del Suelo, obliga a destinar como mínimo 5 m2 de espacios libres, como sistema general por cada habitante, para zonas de expansión y ocio, que se deberán distribuir homogéneamente en la ciudad, con el fin de procurar su máxima accesibilidad. En este cómputo no cuentan las zonas verdes que también por ley, han de servir como dotación de cada plan parcial (barrio). Actualmente nuestros espacios verdes existentes, de sistema general, se circunscriben a los parques de las Llamas, la Magdalena, y el Parque Litoral Norte, que quedan física, topográfica y funcionalmente en una posición alejada del centro de la ciudad. La Remonta se destina en una tercera parte y La Peña del Castillo es otra cosa.

La Remonta se nos ofrece como una oportunidad única de mejorar nuestra ciudad, nunca más dispondremos de un espacio verde de tales características, un espacio descongestionador de esos barrios tan poblados. Una vez edificado, no habría vuelta atrás. La creación de un gran parque nos acercaría a ese modelo de ciudad verde que el consistorio proyectó y enarboló en más de una ocasión como bandera. Además la titularidad pública estatal del espacio, que debiera facilitar este tipo de actuaciones, hace que sean más incomprensibles las prácticas especulativas.

Recientes estadísticas proporcionan a Santander un parque inmobiliario de 62.775 viviendas habitadas y 18.962 viviendas vacías. El Plan General vigente, prevé la construcción de 35.316 nuevos pisos, de ellos 10.104 protegidos, para alrededor de 80.000 habitantes más. Sin embargo es conocido que Santander lleva varias décadas perdiendo población y por tanto la demanda urbanística es menor. Las 1.300 viviendas proyectadas en la Remonta, en caso de ser necesarias que no parece, pudieran redistribuirse y edificarse en el resto de los suelos urbanizables previsto.

La Remonta, en su integridad, tiene vocación y entidad para ocupar ese necesario espacio de expansión y compensación entre lo construido y lo “natural, de la zona centro. Con el mapa en la mano, se puede trabajar en una posible conectividad de este parque con el de Peña Castillo y Morales y también con el de la Marga y con el del Agua. En una visión de ordenación futura, la remodelación prevista de los espacios ferroviarios, permitiría crear una conexión directa, de calidad, entre el gran parque urbano de la Remonta y el centro de la ciudad, de tal manera que una persona pudiera desde el centro de la ciudad llegar hasta Peña Castillo paseando en verde.

Y ese parque deseado de la Remonta, puede basarse en hierba, arboles, agua y senderos, solo hay que mirar lo que nuestro medio nos enseña y una reflexión final, cada metro cuadrado de suelo verde que ganemos al cemento, es un metro cuadrado que respira CO2, libera oxígeno y nos arraiga a nuestra ciudad.