PLATAFORMA SALVAR LA MAGDALENA

 

Recoge el CEDEX en su último informe que  el objeto principal del proyecto es “solucionar los problemas de erosión existentes en las zonas del Balneario de la Magdalena y del Campo de Polo y evitar la acumulación y perdida de arena por el contorno lateral junto al muelle del promontorio de San Martin”. Para la primera problemática se proyectaba el espigón hoy construido en mitad de la playa de la Magdalena y para la segunda, el previsto  al oeste sobre la playa de Los Peligros.

El informe del CEDEX confirma lo que se viene reiteradamente denunciando, que el espigón construido no funciona cara a evitar la erosión en las playas. Señala, no solo  la falta de eficacia demostrada, si no que incluso  el mismo espigón es un elemento que tiende a provocar mayores riesgos de erosión en la ensenada.

En el sector Magdalena-Bikini,  por  estar acumulando gran cantidad de arena en el lado este del espigón, que la restaría de la zona del Campo de Polo, con el consiguiente riesgo de descalce del muro. En el sector Magdalena-Peligros por  la difracción de oleaje en el espigón, que provoca una erosión significativa en el entorno del balneario, pudiendo causar grandes daños en muros y cimientos de las edificaciones. Para que esto no suceda,  se afirma, se  deberán  realizar aportes externos de arena.

Construir el segundo espigón previsto sobre la playa de Los Peligros, en nada cambiara el comportamiento y los sucesos erosivos provocados en el entorno del primero. En el sector Magdalena–Bikini porque se ha diseñado expresamente como un ámbito funcionalmente aislado del resto y en la zona Magdalena–Peligros, por cuanto las dinámicas predominantes de los temporales van desde La Mar al fondo de la bahía, es decir, de Bikini a Los Peligros.

Señala el informe que si se quiere evitar la pérdida de arenas por el oeste, su estabilización de acuerdo  a la denominación del proyecto,  hay que  hacer el  segundo espigón. En esta necesidad discrepamos en cuanto a la solución y alcance. Las arenas que salen por el oeste de Los Peligros, se deposita en La Fenómeno y son  restituibles por simple medios  mecánicos terrestres. No plantean un problema mayor de necesidad.

 Construir unas segundas escolleras, dos de 100 mts cada una, casi un metro más altas que la ya construida, mas otra tercera de 75 metros semihundida, solo emergería en bajamar, frente a una playa como Los Peligros de apenas 200 metros, cerrándola al sur,  no parece sensato ni proporcionado. Se degradará innecesariamente una  de las playas más populares de la ciudad, para estabilizar unas arenas que se podrían reequilibrar con sencillas labores de redistribución.

Las arenas erosionadas anualmente se cifran en  torno a 20.000 m3,  con un coste de reposición medio de unos 40.000 €. Este gasto, contenido y asumible,  es abonado por la Demarcación de Costas de acuerdo a los Presupuestos Generales del Estado, como por otra parte también se hace en la mayor parte de provincias costeras de toda España. Solo un ejemplo, en 2.018 en la provincia de Cádiz, se gastaron por este concepto 7.175.076 €. (DM 21.06.18)

En cualquier caso, lo que el informe del CEDEX está diciendo es  que aunque se  construya el segundo espigón,  para mantener las playas como las  hemos disfrutado en los últimos años y evitar la erosión, se deberá actuar siguiendo aportando arenas. No parece razonable, que al final de todo este proceso se termine sufriendo los impactos paisajísticos y medioambientales que causan las escolleras, y además tener que continuar con las reposiciones periódicas de las arenas.

 Por todo ello, la alternativa de actuación, que recoge el CEDEX, de demoler el espigón construido y mantener la redistribución periódica de arena, es la que consideramos más racional y sensata, mientras se estudian otras alternativas menos duras y agresivas, acordes con la escala y los valores del excepcional paisaje de la ensenada.

En este sentido, la Plataforma Salvar la Magdalena viene proponiendo, como primera medida, el dragado de la zona del Mareógrafo, al sur de la península,  en cuyos fondos se han ido acumulando las arenas en los últimos años.  Según el Instituto de Hidráulica, es causa de la mayor erosión que se viene produciendo en la ensenada, por el aumento que ello provoca en la velocidad de la corriente incidente y en la altura de ola.

De no ser totalmente suficientes estas acciones, se podrían implementar gradualmente, con criterio de sostenibilidad y de impacto menor,  otras medidas adicionales como arenas confinadas en geotextiles, pequeños arrecifes artificiales sumergidos  y otras de similar naturaleza acordes con el entorno.

Recordar que el informe del CEDEX, de carácter técnico referido a dinámica marina y procesos sedimentarios, no ha entrado a valorar otros aspectos como el paisaje, el medioambiente, el patrimonio o la calidad de las playas, elementos que están planteados como básicos en todo este proceso  y  que deben ser tenidos en cuenta a la hora de optar por una solución global e integrada del problema. Y así es como la Plataforma lo ha venido considerando.

Por todo ello y de acuerdo a la alternativa de actuación que se propone en el informe técnico del CEDEX, hemos instamos al Gobierno de Cantabria, al Ayuntamiento de Santander y Ministerio de Transición Ecológica a que adopten la propuesta planteada consistente en desmantelar el espigón construido y retomar las actuaciones de redistribución de arenas que periódicamente se venían realizando. Esperemos que esta vez la sensatez se imponga.