Juan Carlos Zubieta Irún. Taller de Sociología. Universidad de Cantabria

Efectivamente, Santander es de todos los que vivimos aquí. Y entre todos, día a día, la construimos; somos todos y cada uno de los ciudadanos los que la hacemos más o menos habitable. Santander no es de los gobernantes, ni de los partidos políticos, ni de las empresas, ni de los técnicos, ni de los intelectuales, tampoco es de los turistas. Y tampoco nos pertenece enteramente a nosotros: es una herencia de nuestros mayores y nos corresponde la responsabilidad de “vivirla bien”, de cuidar la memoria que está escrita en sus calles, en sus edificios, en sus árboles, en su paisaje. Somos responsables de hacerla crecer de forma armónica de manera que responda mejor a las necesidades de toda la población –sin exclusiones- y, en definitiva, que se logre mejor el propósito de “la calidad de vida” (social, material, cultural y medio-ambiental)….

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