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Hispania Nostra. Cantabria
“Piélagos sanciona con 45.000€ el derribo ilegal de la casa de Varillas. La propiedad llevó a cabo las obras sin licencia y retiró los escudos de la fachada, que se integran en el área de influencia de la Torre de Velo, Bien de Interés Cultural”, (DM, 05/03/22, p. 18).
No hay en la explicación del periódico más justificación para la sanción que la casa de Varillas se encontraba en el entorno de protección de la Torre de Velo en Arce. Y ello es verdad, y sería por sí mismo suficiente para la penalización. Así reza en la Ley 11/1998 de 13 de Octubre de Patrimonio Cultural de Cantabria: “Toda actuación urbanística en el entorno de protección de un Bien de Interés Cultural o de Interés Local, incluyendo los cambios de uso, en tanto no se haya aprobado la figura urbanística de protección del mismo, será aprobado por la Consejería de Cultura y Deporte, que estará facultada para determinar los criterios y condiciones de intervención, atendiendo a las determinaciones generales de esta Ley y las definidas en el expediente de declaración si lashubiera” (Sección 2, artículo 52) y no podrán otorgarse licencias (art. 55). Así es y parece que no hubo solicitud de licencia.
Pero, además hay aún otro valor intrínseco en el edificio demolido. La casa de Varillas, construida entre los siglos XVI y XVII en piedra de sillería, lucía el blasón de sus fundadores, los Tornera Villegas, y de sus entronques los Herrera en el hastial y en el dintel de la entrada. Como dijimos en nuestro escrito (DM 31.8.2021), fue éste el solar en el que nació, en 1670, don Francisco de la Tornera, Villegas y Herrera, Caballero de la Orden de Calatrava y secretario del Rey, hijo de don Juan de la Tornera y Villegas, alcalde del lugar de Arce, Procurador y Regidor General del Valle. Cuando don Roque de Santiyán compró la torre de Ceballos, conocida también como Velo, para convertirla en vivienda, ésta ya lindaba con la casa de Varillas, según la escritura de propiedad. Ambas, torre y casa de Varillas formaban un viejo y armónico conjunto yeran parte de la historia del municipio.
Esta casa y sus cercas, que han aguantado cuatrocientos años, han sido derruidas por el abandono de la propiedad, ante la inactividad de la Administración, con el mazazo final voluntario de una pala excavadora que, entre un viernes por la tarde y un sábado por la mañana del mes de Julio 2021 – premeditación, nocturnidad y alevosía– , sin licencia, sin seguimiento técnico, sin registro documental, científico y arqueológico que permitiera su posible reconstrucción, ha convertido un lugar histórico en un solar arruinado y abandonado.
Lógico que haya penalización. No sabemos si 45.000€ es una cantidad correcta o excesiva, pero creemos que no esejemplarizante para prevenir la repetición de este tipo de desmanes. A la sanción económica habría que añadir una calificación de su suelo que no permitiera la especulación urbanística. ¿Qué se puede construir ahora en ese solar? ¿Qué expectativas tiene la propiedad sobre ese suelo? Si queremos que situaciones como ésta no se repitan deberíamos de ser firmes al aplicar la Ley para prevenir: no permitir la especulación, cambiando la calificación de suelo urbano o urbanizable para que no se pueda construir o que se pueda levantar únicamente similar volumen al derribado, nunca más. La anterior calificación urbanística dotó a la propiedad de esperanza económica sobre el inmueble y su finca, por encima de la obligación de conservación de un Bien Histórico, del que la titularidad es privada y también la responsabilidad para mantener la memoria de toda la sociedad. Si esto no es así, y en el futuro se permite fragmentar la parcela y aumentar el número de edificaciones, la repercusión de la sanción sobre cada edificación compensaría en términos económicos al promotor infractor. Destrucción de un edificio histórico e infracción de las Leyes, saltándose las normas cívicas de funcionamiento y convivencia de la sociedad, y 45.000€ de sanción que no han servido para nada. De rositas. La Ley la debemos de cumplir todos los ciudadanos.
No permitamos que falle el Derecho ante la fuerza de los hechos. Tomemos comportamientos y decisiones ejemplarizantes en la protección del Patrimonio.
Esperanza Botella, Celestina Losada, Aurelio G-Riancho, Javier Marcos, Miguel de la Fuente, Luis Villegas, Domingo de la Lastra.
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